martes, 1 de septiembre de 2009

valores teologicos

La Objetividad: El valor es objetivo, es decir, es independiente del sujeto. No se confunde ni con las cosas ni con las impresiones que se tienen de las cosas y puede ser descubierto por quien quiera captarlo.
2. La Polaridad: Todo valor tiene su contravalor. El valor está en una gran estima o en un gran rechazo.
3. El Grado: El valor se caracteriza porque lo experimenta o vive en diversa intensidad, en una escala representada por una escala continua.
4. La Jerarquía: Los valores tienen jerarquía. Unos valores son superiores y otros son inferiores.
Sin embargo cada valor tiene un sentido propio y una validez indiscutible, por ello a continuación se describirán, sucintamente, algunos de los valores, a saber:
La honestidad es una cualidad humana consistente en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo.
La humildad es una calidad o característica humana que es atribuida a toda persona que se considere un ser pequeño e insignificante frente a lo trascendente de su existencia o a Dios según si se habla en términos teológicos. Una persona humilde generalmente ha de ser modesta y vivir sin mayores pretensiones: alguien que no piensa que él o ella es mejor o más importante que otros. El concepto de la humildad en varias confesiones es a menudo mucho más exacto y extenso. La humildad no debe ser confundida con la humillación, que es el acto de hacer experimentar en algún otro o en uno mismo una vergonzante sensación, y que es algo totalmente diferente.
El amor es considerado como un conjunto de comportamientos y actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan entre seres capaces de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad. El amor no sólo está circunscrito al género humano sino también a todos aquellos seres que puedan desarrollar nexos emocionales con otros, por ejemplo, delfines, perros, caballos, etc.
Por otro lado, en las relaciones del hombre con su medio, el amor puede significar una o más de una de las manifestaciones siguientes del amor, todas ellas relacionadas en mayor o menor grado. Por ejemplo:
1. Amor filial: entre padres e hijos (por extensión entre ancestros y descendientes).
2. Amor fraternal: en su sentido estricto es el afecto entre hermanos aunque se extiende a otros parientes exceptuados los padres y adultos, el amor fraternal nace de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, por emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto dentro de una estructura de parentesco, lo mismo que el amor filial, el fraternal es sublimado ya que está fundado en la interdicción del incesto.
3. Amor fraternal hacia los amigos: nace de la necesidad del hombre de socializar.
4. Amor romántico: nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.
5. Amor sexual (deseo).
6. Amor al prójimo: nace del uso de la facultad de la mente de empatizar y tolerar.
7. Amor a los animales: nace en la necesidad de sentirse protector de los animales.
8. Amor hacia algo abstracto o inanimado: una idea, una meta, a la patria (patriotismo) o al lugar de nacimiento, al honor y a la independencia (integridad).
9. Amor a los principios: depende de la aplicación de una norma o regla que es "amada". Por ejemplo, el amor al principio de ayudar al débil, a la norma de si/no hacer con otros lo que si/no queremos que ellos nos hagan, etcétera.
10. Amor hacia un dios o una deidad (devoción): Suele nacer en la educación recibida desde la infancia. Considera a Dios como la fuente de todo amor y se basa en la Fe. En la mayoría de los casos, se considera que tras la muerte Dios premiaría de alguna forma a las personas que la correspondiente religión considera virtuosas.
11. Amor auto personal.
12. Amor platónico.
13. Amor Universal: el que todas las personas pueden llegar a sentir por el medio natural y que los grandes místicos experimentan como Nirvana.
La paz (palabra derivada del latín pax = absentia belli) es generalmente definida como un estado de tranquilidad o quietud, como una ausencia de disturbios, agitación o conflictos.
Más específicamente, puede referirse a la ausencia de violencia o guerra. En este sentido, la paz entre las naciones es el objetivo de numerosos hombres y organizaciones como la antigua SDN o la actual ONU.
Se puede señalar que no en todas las culturas se consideró a la paz de una forma positiva. En pueblos como los Vikingos o los Hunos, cuya principal actividad era el saqueo de comunidades cercanas, se exaltaba por el contrario a los guerreros y las virtudes propias de los mismos.
En el plano individual, la paz igualmente designa un estado interior, exento de cólera, odio y más generalmente de sentimientos negativos. Es, por lo tanto, deseada para sí mismo e igualmente para los demás, hasta el punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de la vida.
El respeto, como valor que faculta al ser humano para el reconocimiento, aprecio y valoración de las cualidades de los demás y sus derechos, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas, es el reconocimiento del valor inherente y los derechos de los individuos y de la sociedad. Éstos deben ser reconocidos como el foco central para lograr que las personas se comprometan con un propósito más elevado en la vida.

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